La salud mental, sobre todo en la infancia y la adolescencia, es un aspecto fundamental que influye en el bienestar y el desarrollo futuro de los niños, niñas y jóvenes. En este contenido exploraremos la importancia de la salud mental y presentaremos consejos y estrategias para mejorarla.
Entendiendo la salud mental en la infancia y adolescencia
La salud mental infantil y adolescente abarca el bienestar emocional, psicológico y social de los niños, niñas y adolescentes y no solo se refiere a la ausencia de problemas, sino a la capacidad para gestionar emociones, desarrollar relaciones saludables y adaptarse a diferentes situaciones.
Según recoge el informe de UNICEF Estado Mundial de la Infancia sobre salud mental, antes de la llegada de la pandemia de COVID-19 la infancia ya se enfrentaba a serios desafíos en este ámbito.
Factores como el entorno familiar, escolar y comunitario tienen un impacto significativo en su salud mental.
Según la OMS, más del 13% de los adolescentes de entre 10 y 19 años sufre algún trastorno como ansiedad, depresión o TDAH.
El informe de la UE de 2024 revela que 1 de cada 4 niños está en riesgo de pobreza, lo que también influye en su bienestar mental. En España, más del 28% de los niños y niñas vive en situación de pobreza, siendo la tasa más alta de la Unión Europea.
Es importante entender que la salud mental puede alternar períodos de bienestar y períodos de angustia. No todos los desafíos emocionales derivarán en un diagnóstico, pero es necesario brindar apoyo para que los niños, niñas y adolescentes enfrenten estos desafíos de manera saludable.
Estrategias para mejorar la salud mental en niños, niñas y jóvenes
¿Qué hacer para fomentar una buena salud mental en la infancia y los jóvenes? Para promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia, UNICEF recomienda una serie de consejos y técnicas, tales como fomentar un entorno seguro y de apoyo, promover la resiliencia emocional y facilitar el acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
7 claves para proteger la salud mental de los adolescentes:
- Normalizar la ansiedad: la ansiedad es una respuesta normal ante situaciones estresantes. Por ello, es importante animarles a buscar apoyo en adultos de su confianza. Profesores, familiares, vecinos o personas del entorno deben prestar atención y saber escuchar.
- Crear distracciones saludables: crear distracciones ayuda a lidiar con aquellos problemas que no tienen solución. Podemos animar a los adolescentes a encontrar distracciones saludables, como ver películas, salir a practicar deporte o leer novelas, para desconectar de las preocupaciones del día después de cumplir con sus responsabilidades académicas.
- Fomentar la conexión social con limitaciones: las redes sociales pueden ser una excelente manera de mantenerse conectados de manera divertida. Sin embargo, es fundamental establecer límites en el tiempo de pantalla para evitar un aumento de la ansiedad y activar los controles parentales para evitar que hagan un mal uso de las tecnologías.
- Fomentar el autocuidado y el desarrollo personal: animémosles para que aprovechen su tiempo libre para aprender algo nuevo, como tocar un instrumento musical o escribir.
- Permitir la expresión de sus sentimientos: es importante validar los sentimientos de los adolescentes y permitirles expresar su tristeza y decepción por aquellos problemas que no están bajo su control. Cada adolescente procesará sus emociones de manera diferente, por lo que es necesario brindar un espacio seguro para que puedan compartir sus sentimientos y buscar apoyo cuando lo necesiten.
- Promover la empatía y la tolerancia: recordándoles la importancia de ser amables consigo mismos y con los demás, y fomentar la conciencia sobre el impacto que nuestras palabras y acciones pueden tener en los demás.
- Manejar nuestras frustraciones y estrés como adultos: para no transmitir ansiedad a los más jóvenes. Debemos esforzarnos por manejar nuestras emociones y proporcionar un ambiente de apoyo y contención emocional para nuestros hijos.
Impacto de la pandemia en la salud mental infantil
Aunque ya dejamos atrás la pandemia de COVID-19, sus efectos sobre la salud mental de la población infantil y juvenil aún no han desaparecido. Prueba de ello es la conclusión del informe de UNICEF que alerta de que uno de cada siete adolescentes tiene un problema de salud mental diagnosticado.
Si bien ha pasado, la pandemia ha exacerbado los desafíos existentes en la salud mental infantil. Según un informe de UNICEF sobre la salud mental en el contexto de la COVID-19, la crisis sanitaria ha generado mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión entre los niños, niñas y jóvenes, además de interrumpir el acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
El Comité de Derechos del Niño, en sus Observaciones Finales a España, ya consideró prioritario en 2018 que España adoptara una política nacional de salud mental infantil, además de asegurar la disponibilidad de personal especializado y el aumento de servicios.
El impacto que la pandemia y el confinamiento han tenido en el bienestar psicológico de la infancia, ha evidenciado la necesidad —ya patente— de ofrecer a este colectivo la atención específica que precisa en materia de salud mental.
En este contexto, urge que España acelere el proceso de adopción de la Estrategia Nacional de Salud Mental, garantizando una atención especial a las necesidades y derechos específicos de los niños y adolescentes, especialmente de los más vulnerables, y desarrollada mediante Planes Autonómicos.
En algunos de los casos, a pesar de que ahora mismo las circunstancias han cambiado, sus efectos secundarios en la salud mental todavía no han sido tratadas convenientemente por falta de servicios suficientes de salud mental.
Los sistemas de atención médica siguen enfrentando dificultades para satisfacer esta demanda debido a limitaciones de recursos, falta de personal capacitado y barreras de acceso.
El papel de UNICEF en la promoción de la salud mental
En UNICEF trabajamos para proteger la salud mental de los niños, niñas y adolescentes colaborando con gobiernos, ONG y otras entidades para garantizar que sus necesidades sean atendidas. A través de estrategias de influencia, promovemos que la salud mental infantil y adolescente sea prioritaria a nivel global, regional y nacional, apoyando la implementación de estrategias y la capacitación de personas clave.
Además, insistimos en la importancia de la relación entre salud mental y cambio social y de comportamiento, colaborando con familias y cuidadores para tomar decisiones informadas. También promovemos que quienes trabajan con la infancia reciban formación adecuada en salud mental y, en situaciones de crisis, facilitamos el acceso a servicios y apoyo psicosocial, creando espacios seguros para los niños afectados.
Recursos y apoyo para familias y educadores
En UNICEF tenemos una extensa biblioteca de recursos válidos tanto para educadores como para progenitores.
Algunos ejemplos de los recursos que puedes encontrar en ella sobre cómo mejorar la salud mental son: